Por eso ya no lo hice en toda la semana. Mi plan de preparación en la última semana se había ido al traste.
Hasta el sábado no hice nada de ejercicio, pero con el club de El Espinar, Ponte las botas, realizamos una excusión de 12 ó 13 km y por el monte que me sirvió de prueba. Es justo la edición anterior en esta página.
La prueba en sí no me sacó de dudas, porque a veces sentí dolor a lo largo de la espinilla, aunque no me impedía para nada la movilidad.
En definitiva, hoy, haciendo gala de una irresponsabilidad importante, me he decidido a tomar la salida de la maratón madrileña.
Hay algo dentro de mi, más fuerte que la responsabilidad.
Nada más comenzar la carrera nos ha caído un chubasco de media hora, que como si fuera una cataplasma de hielo picado me ha moderado la sensación de ardor que tenía en pierna. A partir de ahí sólo he tenido molestias en las cuestas arriba.
La familia, los amigos y la gran animación en algunos puntos del recorrido me han entretenido tanto que se me han olvidado mis males y ha sido de los maratones menos sufrido en los que he participado.
Para ver con más detalle las fotos: http://picasaweb.google.com/rmaraton/MaratonMadrid2009#