martes, 17 de diciembre de 2013

Medio maratón de Guadalajara 2013

El domingo, 15 de diciembre, tenía mucha ilusión por correr la Media maratón de Guadalajara pero
en cuatro km. mi sóleo de la pierna derecha se drogó e hizo "crack". Ahora me toca reposar y tomar turrón.
Ya tendré tiempo de ponerme a tono en el año que viene.

Pero... atentos!!!, que en casa tengo dos reporteras de primer orden. Os han hecho más de 300 fotos.
Estáis todos, todos y todos!


Pincha aquí y disfrutadlas:

--FOTOS DE MARISOL--

--FOTOS DE ELENA--

lunes, 11 de noviembre de 2013

X maratón de Oporto y Fámily race.

No sé cuál es el motivo por el que a veces demoro hasta una semana en escribir una crónica de un viaje o una carrera:
Será tu voz, será el licor,
Serán las luces de esta habitación...


El viernes, 1 de noviembre, salimos de Barajas Dolores, Marisol, Alberto y un servidor, caminito aéreo de Oporto.




                                                         Recogida de dorsales


El motivo era la celebración de la X maratón y la "family race" de Oporto.

¿Y... por qué Oporto? Pues muy sencillo: las niñas de mis ojos, Elena y Carlos, me regalaron la inscripción para mi cumple.
¡Hijos mios!

Sin olvidarme de los 100km de Segovia me vi embarcado en otra aventura. Ah... ¡qué atrevido soy! Siempre estoy aprendiendo: en un mes, unas piernas no se recuperan de haber corrido 100km.
Pinché, sí, pinché. Me estrellé contra el famoso muro de los 30km. Iba tan ricamente hasta el km 30 y me paré a coger agua en el avituallamiento porque alguien se me cruzó y no pude cogerla a la carrera. Tres metros atrás y... fue imposible volver a correr. Se me quedaron los muslos duros como la mojama. Pensé que era un castigo divino por ir corriendo detrás de una lusa durante 20km, como pasó en la bíblica Sodoma.








































                                      
Desde ahí a meta tardé hora y media. Desde luego que tuve tiempo de disfrutar de la costa atlántica.

Cuando llegué a meta, unos metros antes, me vió Dolores, que estaba fresca como una lechuga después de haber hecho los 16km de su carrera "family race" y me daba ánimos para seguir hasta la última pancarta.
Ya en meta Marisol y Alberto me recogieron para que no diera otra vuelta extra. La verdad es que no sabía por dónde me las andaba.






                                                           Puente de Luis I

                                                                    Abbey road  !!


                                                  Embarcadero turístico


                                         Justito, antes de salir, con sorpresa para Dolores

                                                                 Haciendo amigos

                                                                  Alberto me anima

                                                  Dolores a punto de llegar a meta


Acabado el sector deportivo, sólo tengo que decir que ha sido un viaje la mar de chulo. Oporto nos ha dejado muy buena impresión.
Nos ha gustado la ciudad histórica y la moderna. Nos ha gustado la ribera del rio y la orilla del mar, sus vinos, sus pasteles, su bacalao, monumentos, calles y pequeños detalles como la librería de Harry Potter y alguno más, pero que dejo para enumerar cuando hable por la radio en el programa Nómadas, el domingo por la mañana.

Nos hemos traído un buen montón de recuerdos y también de fotos.
Por cierto, ¿que habrá pasado con una botella de vino oportuno? Me acuerdo que la abrimos ¿y... luego?
En fin, cosas de la cabeza.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Madrid - Segovia : 102km

La primera vez que recuperé la afición a correr, hace 15 años, hice 2km y terminé agotado.
Después de muchos maratones sentía que tenía algo pendiente.
He tenido la oportunidad de comprobarlo y he quedado muy satisfecho.
A las 7:30 de la mañanade ayer, sábado, estábamos en la plaza de Castilla Marisol y yo. Saludamos a varios
de los participantes y así se fueron relajando los nervios previos a un prueba como la de Madrid - Segovia y los 102 km que quedaban por delante.





 A las 08:30 salimos ya corriendo. Por las explicaciones que me dieron Paco, Alberto y Valentín los días
previos, lo más lógico era salir a 6 minutos el km. Yo intenté ajustarme a esa velocidad con mi
cronómetro interno, que creo que funciona de maravilla.
Los primeros km por la ciudad estaban llenos de esperanza y dudas. Yo intenté utilizar la cabeza para no
equivocarme en la velocidad. Con un buen entrenamineto previo era muy fácil ir rápido, pero había
que tener en cuenta la totalidad de la carrera, que no había echo nada más que empezar.
Al llegar a Tres Cantos y conseguir el primer sello en la tarjeta de control, me sentí muy seguro. Estaba
haciendo las cosas tal y como había previsto.
A esa altura de la carrera ya era poco frecuente adlantar a otros corredores o ser pasado por otros y siempre se corría en grupitos más o menos estables.
En los avituallamientos de Colmenar estuve el tiempo imprescindible de sellar y comer algo de fruta. Cuatro
o cinco minutos perdidos en cada avituallamiento implican tres cuartos de hora.(De esto ya me previno
Sandra, que tiene sobrada esperiencia).


Desde Colmenar a Manzanares el Real ya le vi los dientes al lobo, pues los caminos se hicieron más
ingratos para los pies y además el calor hizo acto de presencia, pues al principio unas nubes amigas
tamizaron la luz del sol.
También es verdad que el ir corriendo al pie de la sierra tenía su encanto e inconscientemente yo
pensaba que sólo con atravesarla ya estaría en Segovia.
Camino de Mataelpino cometí un error. Estuve corriendo por un falso llano más rápido de lo que debía y quemé unos cartuchos que tenía reservados para el final. Sí, los echaría de menos a 10km de meta.
Al llegar a Mataelpino, km 50, ya iba medio muerto, eso quería decir que llevaba el ritmo adecuado para llegar muerto a meta.
Desde Mataelpino hubo que subir hasta la Barranca, lugar habitual de mis entrenamientos. El sol era de justicia y sólo de vez en cuando soplaba una brisa muy tenue que algo me aliviaba. En el avituallamiento de la Barranca me di cuenta de que la empresa era viable. Sólo había que echarle (güe..) pundonor y que no tuviera un accidente muscular.
Al llegar a Cercedilla pensé que sólo me quedaba una maratón de montaña para llegar a meta. !Bah¡ ¿y qué es eso?
Acercándome a las Dehesas recibí la llamada de teléfono de Alberto y "guasaps" de familia y amigos para darme ánimo. Lo siento, pero no pude contestar porque ya iba bajo mínimos y el hecho de sacar el tf de la mochila era un triunfo.
La subida al puerto de la Fuenfría sí que trascurrió según lo había previsto. Las partes más pendientes, andando y el resto corriendo. En ese tramo sí que recuperé posiciones de la carrera y me sentía seguro de mí mismo por el uso racional que estaba haciendo de mis fuerzas.
Una vez en el alto de la Fuenfría uno de los voluntarios se deshizo en halagos conmigo: ¡Cómo se nota que eres veterano¡ ¡Qué bien vas! ¡Cómo dominas estas carreras!
Tengo que agradadecer a todos los voluntarios el esfuerzo que les ha supuesto estar 24 horas pendientes
de nosotros: ¡Gracias!

A partir de ese punto, retirarme significaba llegar a meta. Por eso ya sabía que el reto estaba conseguido. Además, aún me quedaban dos horas de sol y posiblemente llegase a Segovia con luz de atardecer.
El inconveniente fue que en la bajada tan continua me produjo alguna ampolla en los pies y no disfruté como debía de una bajada suave hasta meta. Iba como pisando huevos... Pero ahí está la cabeza, para no pensar y no darle importancia a una tontería (je,je). Me parecía estar escuchando a Homer Simpson a cada paso: Ouch, ouch, ouch...



Cuando llegué a la Cruz de la Gallega ¡Ya se veía Segovia! sólo quedaban once km y aunque ya estaba sin fuerzas, muy mal se tenían que poner las cosas para no llegar.
Desde la Cruz de la Gallega pensé que podía hacer menos de 12 horas en la carrera, pero la cabeza otra vez se puso enmedio y me dijo: No seas bobo, vas muy justo y si lo intentas te puedes romper algo. Así pués, puse la velocidad de crucero y me dejé llevar sin alardes. ¡Bien hecho!
Llegué justo en el ocaso, a las 20:42 y tengo que reconocer que el último km fue emocionante. Bajaba yo solo por las calles y todos los segovianos que me veían pasar me daban ánimos y me aplaudían. Lo bueno es que llegué en el mejor momento y cuando más ambiente había en la calle, sobre todo en la meta. Tanta gente aplaudiendo a la vez me puso la carne de gallina. En ese momento no había dolor. Allí estaban también Marisol, mis cuñados y Félix, el cura que nos casó. Ellos estaban asombrados del reto que había conseguido, pero más lo estaba yo.





 Me dijeron una vez: ¡La preparación es la clave del éxito!

jueves, 18 de julio de 2013

II Pujá Santa Llúcia



Este domingo, 14 de julio, he vuelto a participar en una carrerita de montaña en lo que se ha convertido en mi cuartel de retiro veraniego, Alcoceber.

Pujá Santa Llúcia
distancia: 17km
desnivel subida: 710 m
desnivel bajada: 710 m
hora de salida: 08:00
población: Alcossebre
altura máx: 510 m
 
Era la II pujada a Santa Llucia y es uno de los recorridos habituales que tengo como entrenamiento.



Se salió desde el centro del pueblo y enseguida se comienza la subida intensa hacia la ermita de Santa Lucía por un terreno muy agreste y a ratos sobre roca viva.






La ermita está situada a una altura un poquito superior a 300m y apenas a 2km de la salida.
Después de una bajada en zetas llegamos a un terreno llano, cubierto de naranjos. Por ese terreno de suave subida se avanzan unos 4km que dan acceso al barranco de la Carrera y desde ahí una subidita hasta los 510m de altura y que desde ahí se convierte en un descenso prolongado hasta la linea de meta.



 

Es curioso y nunca me había pasado pero durante toda la carrera he ido ganando puestos en subida, en llano y en bajada. Si hubiesen sido 100 ó 200 km ¡termino ganando!. Je, je.
La verdad es que no me encuentro mal. Hice 5º de veteranos mayores de 50 y en total quedé 45 de 240 corredores. ¡En la provincia más montañosa de España¡ (No, no tengo abuela).

jueves, 11 de julio de 2013



Este domingo, 7 de julio, San Fermín y además ha sido el día en el que se celebraba la XV marcha al Bartolo en Benicasim.

 


 Cada vez que estoy de vacaciones por estas tierras me busco las carreras que me quedan cerca de casa.
A esta carrera le tenía ganas. Desde hace años quería subir a este monte, a la espalda de Benicasim con una altura de 721 metros. Esta ladera ha acogido historicamente lo que se ha denominado El desierto de las Palmas, monasterios y capillas de oración y ascetismo en un lugar desierto, no desértico.


 
No tenía dudas de mi estado físico porque había hecho unos entrenamientos de mucha calidad en los Pirineos. Yo creo que 80 km en total, con cuestas, roquedos, rios, granizo, lluvia, calor, etc... vamos, variadito y guiado por la inconmensurable Sandra.
La subida al Bartolo la hemos iniciado a las 7 de la mañana para aprovechar el frescor del amanecer.
El terreno es muy arisco y a veces las sendas muy estrechas, lo que ha ocasionado que rebañase zarzas con brazos y piernas, pero en el fragor de la batalla no hay dolor.
Ha sido de esas carreras en las que dices: pues... no me he cansado. Además llegas enterito a meta y me entero en las listas de que he sido el 1º de la categoría máster.

 

Tengo testigos porque en la meta me encontré a Juan Antonio, el presi, y me inmortalizó en unas fotos telefónicas en la entrega de trofeos. 


Estuvimos juntos, tomando algo hasta que se nos hizo la hora de ir a casa antes de comer.
Me hizo mucha ilusión encontrar una cara amiga. Juan Antonio estaba mirando la listas de inscritos en busca de algún miembro del club y ... me descubrió.
El próximo domingo tengo otra carrera de montaña que sale casi desde la puerta de mi casa en Alcoceber.

Si no me puede la pereza ya lo contaré.

Estas lineas he tardado cuatro días en escribirlas. ¡Vacaciones!

miércoles, 15 de mayo de 2013

La Tonda 2013: Naturaleza en Tamajón

Otras veces tardo en escribir la crónica por pura vagancia. En esta ocasión no ha sido la vagancia, pero no puedo luchar contra los elementos. ¡En fin!...

Este pasado día 12 se celebró la subida a la Tonda, partiendo desde Tamajón y de la mano de Jesús Nuevo.
Es una carrerita de 10km que aparte de  bonita se puede hacer tan dura como quieras. Sólo depende de la velocidad que imprimas.


Nos juntamos 8 amigos del club más los acompañantes y fue una mañanita muy entretenida que acabó con un par de paellas, vegana y mixta. Cada vez hay más veganos en carrera y la verdad es que se les da muy bien. Yo en casa ya estoy rodeado de veganos. Exactamente el 50%

5DANIEL ANDRES BLANCO0:40:11
6FERNANDO PAREJA CALVO0:42:07
7J.IGNACIO CASTILLO BRAVO0:42:12
14DAVID CASTILLO PLAZA0:46:25
20ROBERTO GARCIA VIEJO0:48:24
22ALBERTO FERNANDEZ VILLACAÑAS0:48:49
25JAVIER ANDRADAS GAMO0:50:08
30JESUS DE LA FUENTE CORDOBA0:51:32

Os dejo un enlace con las fotos, en esta ocasión las realizó mi hija Elena:

Fotos. Fotos. Fotos. Fotos.  Hay más de 100 fotos, el que quiera alguna que me la pida y se la mando en alta resolución.

domingo, 21 de abril de 2013

VII miria Villa de Torija



!Vaya domingo bonito que hemos tenido en Torija¡

Una gran cantidad de socios del Club Maratón Guadalajara han optado hoy por correr en la vanguardia de la Alcarria.




Torija nos ha recibido otro año para celebrar la VII Miria.

Hoy he ejercido de reportero en vez de corredor, hecho que me ha generado una envidia asquerosa, pero me lo he pasado estupendamente viendo a tantos amigos.



Como no puedo contar cómo era el camino, si iba cansado o no, si he hecho buen tiempo, por lo menos os dejo un enlace para que podáis veros en acción:

https://picasaweb.google.com/del.clubmaraton/Torija2013





lunes, 1 de abril de 2013

Pujada a Pipa. Vall de Uxó


El pasado 24 de Marzo, aprovechando que estaba de vacaciones en Castellón para toda la Semana Santa,me fui a participar en una carrera de montaña en Vall de Uxó.




La carrera denominada XV Pujada a Pipa salía a las 9 de la mañana desde las pistas de atletismo. Después de dos km llanos emprendimos una subida, sin complejos, desde los 100m sobre el nivel del mar hasta los casi 600m de Pipa.
El paisaje era agreste pero rodeado de la Plana llena de naranjos. ¡Un gran contraste!





















Tuve que usar las manos para trepar en muchas ocasiones y andar con mil ojos en las bajadas para evitar
las torceduras porque el terreno era muy irregular, con gravilla caliza que facilitaba los resbalones y cuando
no, con piedras puestas a propósito por la naturaleza en los caminos para hacer perder el equilibrio a los osados que transitábamos por ahí y hacernos bajar el nivel de orgullo de cabras.
Después de la primera subida nos esperaban otras tres de menor importancia pero imprimieron a la carrera una dureza notable.
















Hubo unos tramos de pista forestal que me dieron alas y pude poner velocidad de crucero. En ellos recuperé puestos, al igual que en las subidas. Pero en la bajadas, por miedo a romperme, siempre pierdo posiciones.

























Al llegar a meta nos esperaban una selección de bocadillos variados que entraban pero que muy bien, masajes, duchas y bebidas que me pusieron al día para seguir de visita turística por Vall de Uxó y luego en Castellón al barrio del puerto a comer una paella como Dios manda.

domingo, 17 de febrero de 2013

Travesías invernales Benasque-Andorra


Este invierno he dedicado al esquí de travesía las dos escapadas que he realizado a los Pirineos.
La primera ha sido a Benasque. No sé por qué ese valle tiene un encanto especial para mi.
Fui con mi hijo Carlos a un apartamento desde el que teníamos unas vistas espléndidas al pico Cerler y a la sierra de Chía.


Llegamos después de un fuerte temporal de nieve que dejó los Pirineos con casi dos metros de espesor. Pero tuvimos la suerte que desde el primer día que llegamos, domingo, el tiempo mejoró drásticamente y gozamos de una semana de lujo.



Empezamos haciendo los dos esquí alpino, de esta manera no dejaba solo a Carlos en su reinicio después de dos años sin actividad y siete clavos en el codo. Todo salió fenomenal. Esquió con soltura y sin apenas molestias. Sólo cuando había que remar se acordaba de su codo, pero sin dolor.
El resto de la semana yo iniciaba el día con las focas puestas desde el Molino para llegar al pico del Gallinero. Hasta la cima, con 2728.


A las 12 quedaba con Carlos en la salida de la silla del Gallinero y el resto de la mañana lo dedicábamos al esquí alpino. La primera bajada para mi era muy dura porque tenía los cuádriceps femorales al rojo vivo. Luego el descanso en las sucesivas subidas en los remontes me devolvía a una situación normal para poder esquiar con cierta dignidad.
El último día cambié de programa y me fui por un camino antes de llegar al Ampríu hacia la cabaña de Ardonés. En el recorrido me encontré a tres aragoneses que pretendían llegar a Cerler esquiando después de subir hasta casi los 2.700m de altitud, creo que al pico Estriva Freda.


Las tardes las dedicamos a pasear por Benasque y alrededores y visitar algún bar del pueblo para no castigar siempre al cuerpo.

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La segunda sesión de esquí ha sido esta semana pasada. Elena y yo esta vez nos hemos ido a Andorra con el club de esquí de Ávila, con quienes voy todos todos los años desde hace quince.
Hemos estado alojados en el hotel Euroesquí, entre Soldeu y El Tarter. Esta vez la gran cantidad de nieve ha sido un problema. Llegamos casi a las dos de la madrugada en dos autobuses. Uno de ellos se quedó atrapado a escasos quinientos metros del hotel y a esas horas cundió el pánico durante unos minutos. ¿Tienes pala? le pregunta un conductor al otro. Sí, debajo de los equipajes. Pues yo también, respondió el primero.
En esto que aparezco yo con mi pala de travesía, que saco de mi mochila, y la gente se quedó boquiabierta. ¿Pero cómo puede ser que lleves una pala en el autobús?. Ya veis, precavido que soy.
Los cuatro días que hemos estado en Andorra han sido a bajo cero, con nevadas todas las tardes y noches, pero por la mañana se quedaba el día relativamente claro y nos permitía recorrer toda la estación (más de doscientos km de pistas).


Desde Soldeu he salido con las focas todas las mañanas. Elena iba en compañía de los amigos de Ávila. He escogido caminos variados, por pista y por fuera, lo que me ha obligado a hacer cientos de vueltas María, a veces en espesores de nieve polvo de dos o tres metros. Hubo tramos de muchos metros en los que no conseguía ver los esquíes. En definitiva, ¡una gozada!


Las bajadas las hice siempre por pista. No quería ser engullido por la nieve de los bosques.
Después de subir a la Llosada y picos adyacentes me dedicaba luego al esquí alpino con Elena y los amigos abulenses.
Han sido cuatro días de esquí redondos.


Por culpa del viento, el último día cerraron los remontes más altos. Yo con mis focas subí hasta donde el viento me permitió e hice una bajada solo, que disfruté al ciento por cien.