El sábado, por la tarde, estaba preparado para irme el domingo al KM vertical de Peñalara, para acompañar a Sandra y Miguel. Pero de puñetera casualidad me di cuenta de que me había inscrito un mes antes a la media maratón solidaria de Somosierra y ya no me acordaba. Con lo cual, cambié de planes y me he ido con Marisol hacia el puerto de Somosierra. La carrera ha empezado a las 10:30 y éramos unos trecientos corredores.
Han cambiado el recorrido y hoy hemos salido desde el primer parking hacia el sur y con una pendiente del 15% por lo menos. De vez en cuando se suavizaban las pendientes y se convertía en una carrera rápida.
A excepción de una pedrera de casi un km de larga que nos ha echo sudar incluso con el fresquito que hacía.
A excepción de una pedrera de casi un km de larga que nos ha echo sudar incluso con el fresquito que hacía.
Hemos alcanzado la cima del Tres Provincias con unas rachas de viento importantes. Creo que ese era el motivo por el que he ido corriendo cuesta arriba. El viento venía de espalda.
Debo de estar desayunando cosas prohibidas, porque no me he cansado en exceso y he acabado en el puesto 35 de la general. Sólo que en los tres últimos km la pendiente era muy fuerte y había que ir frenando para no embalarse. Y yo estoy hecho para correr, no para frenar (Igual que los Ferrari). Bueno, el caso es que he terminado con dolor en las espinillas, pero en un par de horas ya estaba nuevo.
En la llegada nos han preparado un plato de embutido, empanada, caldo calentito, fruta y bebida para reponernos.
Así que una vez repuestos nos hemos ido a casa de unos amigos en Cabanillas de la Sierra a terminar la recuperación a base de judías, filetes y postres celestiales.