Justo un mes antes de los sanfermines, 150 corredores multicolor (no sólo blanco y rojo) hemos participado en la XIV media maratón del Ocejón.
Ése ha sido el miura que hemos tenido que retar hasta el asta más alta, 2.056m.
Fernando Barbero, escritor y ciudadano, nos dió la salida a las cinco de la tarde, curioso... una hora muy torera.
Todos salieron como si se hubieran abierto los portalones de chiqueros. ¡Todos no! ¿cómo que no?... Es que yo me quedé rezagado, ensimismado, detrás de una tapia. Cuando llegué a la salida, los últimos ya iban a 50 m de la salida.
Bueno, a partir de ahí sólo podía mejorar.
Puse un ritmo que podía soportar bien y así lo mantuve hasta la llegada. De hecho, ha sido la primera vez que en esta carrera he concluido el tramo Majaelrayo - Robleluengo con la faz relajada y sin ningún tipo de angustia o fatiga intensa.
Dos semanas antes hice con mis amigos montañeros este mismo recorrido y creo que he hecho una imagen calcada en la carrera; mismo ritmo, mismo tiempo y parecidas sensaciones.
No sé si es que no puedo correr más deprisa o es que me estoy acostumbrando a no sufrir en las carreras y voy al ritmo que me resulta grato.
Tendré que hacer un test en la próxima carrera y competir con empeño. Ya lo comentaré en este blog porque el 13 de Julio hago una carrera de montaña en Alcoceber.
De momento, sólo puedo decir que me divierto mucho y que llego a meta con la misma ilusión que si hubiera ganado. ¡Qué suerte tengo!
Marisol, como siempre, se ha encargado de hacer unas fotos del ambiente y recorrido, que pego : A Q U Í
domingo, 8 de junio de 2014
lunes, 2 de junio de 2014
Entrenamiento en Tórtola
Uhyyyy! La de maratones, ultra-tails, carreras de montaña y demás correrías que hay para entrenar.
¿Dónde está el exito? Pues bien claro... en los entrenamientos.
Ayer domingo, nos juntamos un grupito para hacer un entrenamiento importante. Por mi parte, pensando en el Ocejón de la semana que viene, y... alguno más también. Otros, pensando en ulta-trails.
¿Cómo fué la cosa?, pues salimos hacia la ladera norte del Pico del Aguila hasta llegar al llano. Lo atravesamos y descendimos hasta el valle de Valdenoches.
(Por cierto: ¡Valdenoches, corre-coches, pueblo de cuatro vecinos. El cura guarda las vacas y el sacritán los cochinos!)
Volviendo a la carreita... llegamos al cruce de la carretera de Tórtola con la autopista y por una senda, totalmente cubierta de hierba alta, llegamos a la base del paredón del Pico del Aguila. Palabrita del niño Jesús que se me metieron algunos yerbajos en la boca, de altos que estaban.
!Una cuesta de cojones¡ Perdón, con mucha pendiente!
A 30 cm del barranco, cárcaba, despeñadero, precipicio, torrentera, barranca, descolgadero, quebrada, rambla, rehoyo, sima, atolladero, bancal. Puff !
Y ahora, en la cima, cumbre, cúspide, pico, pináculo, cresta, vértice, remate, ápice o culmen.
Haciendo un poquito de equilibrio alcanzamos la cima en un pis-pas y luego llaneamos un buen rato hacia la provincia de Soria. Por lo menos, yo pensaba que íbamos a llegar a ella, de lo largo que se me hizo.
De repente, un giro a la izquierda y bajada hacia Tórtola. Uff, ¡qué bien!.
A partir de ahí, la segunda parte del entrenamiento, restauración de las energías perdidas. Todo ello con la amabilidad y el cariño que nos han tratado Juan Pedro y familia. ¡muchísimas gracias!
Camino de "Soria"
Los entrañables anfitriones.
Fotos para el recuerdo. AQUI Todas,todas y todas. De Marisol y mías.
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