Una pequeña representación del club Maratón de Guadalajara nos presentamos en Cuenca, donde se celebró ayer la carrera por montaña, con 23 km. de cuestas.
Sandra, Miguel, Alberto Montero, Alberto López y Roberto fuimos los descarriados que no fuimos a Torija. Pero quien nos conoce sabe bien que las cabras tiran al monte...Tuvimos que hacer cinco subidas con 300 m. de desnivel.
El recorrido trascurre por las hoces del Huecar y Jucar, ascendiendo a los montes que rodean Cuenca, desde donde teníamos el privilegio de disfrutar de unas vistas casi aéreas sobre las hoces y la ciudad encantada.
Entre la lluvia, el barrillo, las piedras resbaladizas y el piso tan irregular tuvimos suerte de no caernos. Y eso ya fue un éxito, vistos los estacazos habidos entre los demás.
A Alberto Montero no le vimos en toda la carrera, pues salió como alma que lleva el diablo y cuando llegamos a meta ya se había duchado y adecentado ¡Que carrerón!
Tuvo trofeo como segundo de veteranos.
Los demás hicimos una buena carrera, pero sin alardes. Aún así hicimos buenos puestos.
Sandra no subió al podio por error de los jueces, pero quedó segunda de la copa JCCM.
Para reponer fuerzas, luego nos fuimos a comer, bien comidos . Pisto, fabada, churrasco y otras cosillas. Además de un buen vino, por lo menos yo, que me hizo dormitar hasta llegar a Guada. Yo no coduje, el vino me borró el permiso de conducir y yo no conduzco sin carnet.
En definitiva, pasamos un buen día con las familias y disfrutamos una vez más de la naturaleza viva, desbordada, verde, dura y brava.
Ya veremos lo que me ocurre en este tránsito de seis días justo antes de la maratón de Madrid. He oido siempre que hay que hacer entrenamientos más suaves desde dos semanas antes de una maratón.
Esa máxima me la he saltado a la torera y el domingo que viene veré los resultados...
He aquí un pequeño resumen de lo que fue el día:
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